La obra de Arístides Vargas sobrevuela metáforas y las agota en estados muy refinados. Trata de contar una historia desde varios frentes y dispara dardos sobre el exilio, para ello se lía con el "realismo mágico". Sin más nos sumerge en "un pueblo" desde su nacimiento, su amor y su muerte.
Una columna vertebral protagonizada por Bruna y Oscar, y desde ahí se suceden una serie de acontecimientos y personajes, capaces de hacernos pasar por momentos de humor, sátira y grotesco.
Su estructura es cíclica y determina el paso del tiempo con una memoria equilibrada entre acción y palabra. Esta "Sra. de las Nubes" es un texto de autor que sabe a dónde quiere llevarnos. En el marco de escenas-recuerdos podemos aquilatar lo que contamos desde la puesta: el resquebrajamiento moral y físico causado por una situación externa.
Quizá queden zonas oscuras para deducir. Eso sin duda se debe al potencial que su autor despliega y que sabe certeramente dónde quiere llevarnos y por qué.
Es una historia contada desde el tiempo y la memoria y de ahí saltar a la "Vida".